De los rincones arcade a los juegos online
Igrosoft no surgió de una lustrosa sala de juntas de Las Vegas. Comenzó en Moscú a finales de los noventa, cuando era más probable que las máquinas tragaperras estuvieran en salones recreativos llenos de humo que en los Smartphones. Los fundadores querían juegos que se parecieran menos a hojas de cálculo y más a historias populares: extravagantes, absurdos, a veces incluso con estilo rebeldes. A día de hoy, ese origen sigue latente en su trabajo.
En lugar de elegantes gráficos futuristas, se inclinaron por un encanto tosco: frutas con ojos salvajes, monos que tiran de cuerdas y osos que roban miel. Es en parte una sátira y en otro poesía callejera. Y, sin embargo, décadas después, bajo la regulación de la DGOJ en España donde sólo pueden jugar mayores de 18 años en casinos con licencia, estas tragaperras siguen girando con la misma vitalidad del inicio.
Los juegos que te recomendamos
Si sólo revisas el catálogo de un único proveedor, el de Igrosoft es realmente muy variado. Te dejamos aquí nuestra selección de juegos favoritos:
- Crazy Monkey: un primate travieso que tira de las cuerdas hasta que caen cocos y multiplicadores.
- Fruit Cocktail: juego en el que es como si lanzaras una batidora pues cada giro mezcla color, caos y una pizca de cítricos.
- Resident: una tragaperras con sabor a espía, con cajas fuertes que abrir y alarmas a punto de estallar. Cuenta con rondas de bonificación construidas con historias que parecen un cortometraje.
- Sweet Life: el oso quiere miel, y tú eres el cómplice. Las extravagantes animaciones hacen que cada intento parezca una payasada folclórica.
- Garage: recoger cajas de bonificación. Es una temática de mitad taller mecánico y mitad sketch cómico.
- Island: la supervivencia reimaginada con olas, gaviotas y la solitaria extensión de mar. Cada giro resuena como otro día a contracorriente.
- Rock Climber: cuerdas heladas, pendientes escarpadas y victorias repentinas como avalanchas. Cada ascensión es a la vez un riesgo y un triunfo.